Esto es lo que se puede comprar con nuevo salario mínimo en Venezuela

Mediante dos decretos, el gobierno de Nicolás Maduro fijó el sueldo mínimo integral en Venezuela en 300.000 bolívares. Al cambio oficial de este miércoles 16 de octubre, la remuneración mensual equivale a casi 16 dólares estadounidenses.

La información se dio a conocer este lunes, aunque aparece en la Gaceta Oficial del 11 de octubre y tiene como fecha de entrada en vigencia el día 1 del mes en curso.

El nuevo salario integral (compuesto por un sueldo de 150.000 bolívares y un bono de alimentación del mismo monto) representa un incremento de 362% con relación al sueldo integral anterior, que era de 65.000 bolívares.

Según datos de la Asamblea Nacional, la inflación del mes de septiembre en Venezuela fue de 23,5%, mientras que la acumulada asciende a 3.326%

Se trata del tercer aumento en lo que va de año, sin embargo, el monto sigue siendo insuficiente para cubrir la canasta alimentaria familiar, que, según los datos más recientes del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), costó en el mes de agosto 5.378.265,66 bolívares, o el equivalente en ese momento a unos 215 dólares.

Y, por supuesto, este nuevo sueldo es aún más escaso para cubrir una canasta que incluya, además de alimentación, salud y recreación. De acuerdo con estimaciones que ha hecho la firma de consultoría económica y financiera Ecoanalítica, para todo eso una familia de cuatro miembros necesitaría 700 dólares mensuales.

El presidente de la Comisión de Trabajadores y Trabajadoras de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Francisco Torrealba, por su parte, respondió que con el aumento del salario mínimo se podrían adquirir los cuestionados alimentos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

“Si son los productos CLAP, los pueden adquirir todos. Si son otros, al menos podrán comprar más cosas que con el monto del salario anterior», dijo.

Los gastos

EL TIEMPO se acercó a un supermercado y a una farmacia ubicados al suroriente de Caracas, entre una zona popular y una de clase media-alta, para ver cuáles eran esas cosas que podía comprar un trabajador venezolano con 300.000 bolívares.

Una docena de huevos en una reconocida cadena de supermercados costaba casi 40.000 bolívares. En un mercado municipal cercano, la misma cantidad de huevos se podía conseguir casi 10.000 bolívares más barata. Pero la opción más económica ya representaría 10% del nuevo salario integral.

Carne

Un empleado público con salario mínimo no podría pagar un lechón entero, pues su valor asciende a 318.000 bolívares.

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Siguiendo con las proteínas, la lata de atún más económica, de 140 gramos, costaba también 40.000 bolívares. En su empaque destaca la inscripción ‘hecho en socialismo’. Medio kilo de carne molida costaba casi 30.000 bolívares; y la misma cantidad de dorado (un pescado) costaba unos 90.000 bolívares. En el supermercado visitado no se encontró pollo, pero sí lechón (cerdo pequeño).

Se pudo constatar que un empleado público con salario mínimo no podría pagar un lechón entero, pues su valor asciende a 318.000 bolívares.

Leche líquida tampoco había, pero sí en polvo. Una de ellas, de 900 gramos y en cuyo empaque se lee que rinde para preparar ocho litros de leche, cuesta casi el equivalente a medio salario integral: 141.900 bolívares, es decir, casi todo el bono alimentario.

Y si se trata de leches más específicas, como las de los niños, el salario integral es insuficiente para pagarla. Por ejemplo, la Nutramigen Premium con LGG, de 357 gramos, costaba 327.000 bolívares. A esto habría que sumar cosas como los pañales desechables: el paquete más económico que había en la farmacia costaba casi 70.000 bolívares y tan solo traía 10 unidades.

El kilo de arroz más económico estaba en poco más de 25.000 bolívares, casi lo mismo que el kilo de harina de maíz blanco de la segunda marca más importante en el mercado. Mientras que 340 gramos de caraotas negras (frijoles), coprotagonistas del plato típico nacional, los duplica en valor.

Arroz

El kilo de arroz más económico estaba en poco más de 25.000 bolívares.

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340 gramos de caraotas, el kilo de arroz, el kilo de harina de maíz blanco, los 900 gramos de leche en polvo, el medio kilo de carne molida y la docena de huevos (comprada en mercado municipal) ya se llevarían la totalidad del salario integral de un trabajador venezolano. No le quedaría dinero ni para comprar el pan, que, en el supermercado visitado, un paquete de 22 rebanadas costaba casi 45.000 bolívares, mientras que en una panadería cercana cada baguette tenía un valor de 16.000 bolívares.

Y todavía no se están contemplando productos básicos que ya se han convertido en un lujo para los venezolanos, como el queso: 280 gramos de queso tipo mozarella costaban casi 36.000 bolívares, mientras que la misma cantidad de queso amarillo se podía conseguir en unos 60.000 bolívares. Por un poco más de eso, en el mercado municipal, era posible comprar un kilo de queso blanco duro. Si el trabajador con sueldo mínimo se inclina por esta, la opción más barata, igual comprometería 20% de su salario integral.

340 gramos de caraotas, 1 kilo de arroz, 1 kilo de harina de maíz blanco, 900 gramos de leche en polvo, medio kilo de carne molida y 12 huevos ya se llevarían la totalidad del salario integral

La compra tampoco incluiría productos de limpieza, pues un solo litro de cloro jabonoso representaba el mismo porcentaje en el salario que el queso, mientras que un kilo de jabón en polvo marca Ariel costaba poco más de 91.000 bolívares o el equivalente a 30% del nuevo sueldo.

Cuando de higiene personal se trata, tampoco es mucho lo que se puede comprar. Un salario integral se puede ir en pagar un champú y un acondicionador de la marca Head & Shoulders. Cada uno costaba casi 150.000 bolívares, y eran unos 20.000 bolívares más económicos que los de otras marcas, como Elvive.

El salario también se iría en un juego de cuatro rasuradoras importadas de la marca Gillette Venus, que en la farmacia visitada costaba 264.000 bolívares. Con lo que sobraría del sueldo, una trabajadora del sector público venezolano podría pagar un paquete de las toallas sanitarias más económicas y la barra de jabón de tocador más barata.

El kilo de arroz más económico estaba en poco más de 25.000 bolívares, casi lo mismo que el kilo de harina de maíz blanco de la segunda marca más importante en el mercado. Mientras que 340 gramos de caraotas negras (frijoles), coprotagonistas del plato típico nacional, los duplica en valor.

queso

El queso en Venezuela se convirtió en un lujo, con precios entre 36.000 y 60.000 bolívares. 

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Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO

Lo peor de todo es que estos precios ya quedaron en el pasado: en Venezuela, el valor de los productos y servicios aumenta cada día.

De acuerdo con datos de la Asamblea Nacional, la inflación del mes de septiembre fue de 23,5%, mientras que la acumulada asciende a 3.326%. Y seguirá creciendo.

“El aumento salarial sin un plan macroeconómico es como echar más fuego a la inflación”, advirtió el diputado opositor y economista José Guerra, a través de su cuenta de Twitter, red en la que otros economistas locales publicaron una opinión similar.

ANDREINA ITRIAGO
Corresponsal EL TIEMPO
CARACAS

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